Fecha de publicación 14/10/2025
Vacaciones en Ibiza Las playas imprescindibles de Santa Eulalia
Calas y pequeños paraísos en la cara tranquila de Ibiza
Aunque, a vista de pájaro (o de mapa), Ibiza parezca pequeña, en realidad es un destino lleno de contrastes. Está la Ibiza rural, con sus pintorescos pueblos encalados; la Ibiza más animada, con interminables noches de música y diversión; y la más tranquila, pensada para quienes buscan rodearse del Mediterráneo.
Esta última se encuentra en el municipio de Santa Eulalia del Río (Santa Eulària des Riu) y a lo largo de toda su costa, en el sureste de la isla. Es una zona repleta de calas turquesas casi secretas, pequeños acantilados y aguas cristalinas imposibles de resistir. A continuación, te mostramos las más destacadas.
CALA DE SANT VICENT
Situada en el extremo oriental de Ibiza, esta playa parece estar diseñada para todo tipo de viajero. Quienes buscan tranquilidad disponen de casi 400 metros de fina arena donde relajarse sin aglomeraciones. Los que prefieren la comodidad encontrarán todas las facilidades, desde aparcamiento hasta hamacas y restaurantes frente al mar.
Y para los amantes del mar activo, los puestos de paddle surf, kayaks y patines convierten el día de playa en una aventura divertida y refrescante.
Además, para los que quieren iniciarse en el mundo del buceo, las escuelas locales ofrecen bautismos de submarinismo en aguas cristalinas repletas de vida marina.
CALA DE S’AIGUA BLANCA
Y, de pronto, cuando todo parece ser acantilado en los confines nororientales de la isla, la arena emerge, conquistando a la roca y extendiéndose como una alfombra bañada por un mar de tonalidades imposibles. En este rincón salvaje de Ibiza, el agua se muestra pura, brillante y fotogénica, lo que la convierte en un destino soñado para cualquier beach lover.
Además, la arcilla natural que se forma en las rocas, al mezclarse con el agua, crea un barro que actúa como tónico natural para la piel y el cabello, ideal para quienes buscan una experiencia de bienestar en plena naturaleza.
CALA LLONGA
En cierto modo, esta playa alargada es un auténtico oasis entre pinos y colinas. Se trata de una lengua de mar azul intenso que se adentra suavemente en la costa y desemboca en una amplia playa de arena fina, cómoda y muy bien equipada. Es ideal para familias y grupos por su ambiente tranquilo y sus excelentes accesos, pero también ofrece rincones más apartados con zonas de piedra, donde la sensación de aislamiento se intensifica, algo que en Ibiza es todo un lujo.
PLAYA DE ES CANAR
Es Canar podría describirse como una Marbella en miniatura. Dentro del ambiente relajado que caracteriza esta zona, es la playa más animada del municipio, con una amplia oferta de bares, restaurantes y chiringuitos que acompañan su agradable paseo marítimo.
Su pequeño puerto deportivo acentúa la sensación de exclusividad, mientras que la playa ofrece aguas tranquilas, una entrada suave al mar y arena fina perfectamente cuidada.
Además, cada miércoles se celebra en los alrededores uno de los mercadillos hippies más auténticos de Ibiza, una visita imprescindible para los amantes del ambiente bohemio y artesanal.
CALA LLENYA
Hay calas que parecen hechas para pasar el día entero con el agua por la cintura, caminando, charlando o jugando a las palas sin salir del mar. Una de ellas es Cala Llenya, un pequeño paraíso de 60 metros de ancho, donde hay que adentrarse bastante para que el agua llegue a cubrir.
Esta característica la convierte en una de las playas más populares de la zona, especialmente entre familias, aunque conserva su toque natural gracias a los acantilados y pinares que flanquean la cala, perfectos para encontrar sombra antes de volver al agua.
CALA MASTELLA
Lo que hace única a esta cala salvaje no son solo sus aguas cristalinas o su acceso algo recóndito, sino su entorno intacto y natural, que muestra la Ibiza más auténtica. Aquí, las rocas suaves se sumergen con delicadeza en el mar, los pinos se inclinan buscando su reflejo en el agua, y un pequeño cañaveral separa el torrente de la playa.
Su carácter remoto se refuerza con la presencia de un único chiringuito: El Bigotes, uno de los más míticos y genuinos del archipiélago, famoso por su ambiente marinero y su cocina tradicional.
PLAYA DE S’ARGAMASSA
Frente a esta costa solo se extiende la inmensidad. En los días más despejados, incluso puede divisarse Formentera más allá de los islotes de Santa Eulalia y Rodona. Aunque se encuentra en una de las zonas hoteleras más prestigiosas del municipio —donde destaca el Iberostar Selection Santa Eulalia Ibiza—, S’Argamassa conserva su encanto virgen, rodeada de pinos y con una arena que parece recién colocada.
Aquí, los días transcurren entre baños tranquilos, largas horas de sol y pequeños homenajes gastronómicos en el SeaSoul Santa Eulalia, un espacio único desde el que disfrutar de un paisaje marino sobrecogedor acompañado de una carta de cocina y bebidas dignas de los mejores restaurantes de la isla.
CALA NOVA
Un pequeño desnivel, salvado por unos fotogénicos peldaños de madera, separa este extenso arenal del resto de la isla. Esa ligera barrera natural, más simbólica que real, aporta aún más encanto a una playa que lo tiene todo: aguas turquesas, pinos verdes que la rodean y una amplitud que invita al descanso.
Cuando sopla el viento, el mar suele regalar olas suaves y surfeables, añadiendo un toque de diversión a los largos baños y al ambiente relajado que caracteriza a Cala Nova.