Benditas barras de bar que nos sacan de más de un apuro a cualquier hora del día. Esa es la ventaja de las de Madrid que, vayas a la hora que vayas, siempre tienen algo que ofrecerte: una caña bien tirada, un vermut de grifo, un pincho de tortilla o un plato delicioso para compartir. Éstas no solo cumplen esa condición sino que, además, presumen de ser de lo mejorcito del centro de la capital, en el entorno de Gran Vía y el Barrio de las Letras ¿Se puede pedir algo más? Sí, otra ronda, por favor.

un grupo de personas sentadas en un bar

Mercado de la Reina. No se trata de un gastro mercado, pero lo parece, porque le dan tanta importancia al producto de temporada que da la sensación de que lo que comes en carta lo estás eligiendo directamente del puesto del mercado. Es de esas direcciones a tener en cuenta por varios motivos: uno, porque abre ininterrumpidamente durante todo el día; y dos, por su inmejorable ubicación, cerca de los principales atractivos de la ciudad. Por eso es perfecto tanto para dejarse caer a la hora del desayuno, como para hacerse fuerte en la barra a la hora del tapeo. Entre sus pinchos, la ensaladilla rusa se lleva todos los elogios. Y, por si se tercia, en su planta baja esconde un genuino gin club para amantes de los destilados. Gran Vía, 12.

<h2>Celso y Manolo</h2>

<p><strong><a href="http://celsoymanolo.es" target="_blank">Celso y Manolo</a></strong>. &lsquo;Viejoven&rsquo; donde los haya, el nombre de este local de Chueca es un homenaje a quienes fueron los propietarios del local desde los a&ntilde;os 70. Ahora est&aacute; totalmente rehabilitado, aunque se ha mantenido la <strong>est&eacute;tica de la taberna </strong>que ha sido durante toda la vida, donde <strong>la barra es la protagonista.</strong> Tambi&eacute;n tiene alguna mesita con banquetas para sentarse a tapear. La mejor hora para ir, sin duda, es la del <strong>aperitivo: bocadillo de calamares, el m&iacute;tico pepito de ternera o marisco fresqu&iacute;simo </strong>son de lo m&aacute;s solicitado para acompa&ntilde;ar su <strong>vermut especial,</strong> el rey de la carta. Libertad, 1</p>

<p>NOELIA SANTOS I 01/06/2017</p>

Celso y Manolo

Celso y Manolo. ‘Viejoven’ donde los haya, el nombre de este local de Chueca es un homenaje a quienes fueron los propietarios del local desde los años 70. Ahora está totalmente rehabilitado, aunque se ha mantenido la estética de la taberna que ha sido durante toda la vida, donde la barra es la protagonista. También tiene alguna mesita con banquetas para sentarse a tapear. La mejor hora para ir, sin duda, es la del aperitivo: bocadillo de calamares, el mítico pepito de ternera o marisco fresquísimo son de lo más solicitado para acompañar su vermut especial, el rey de la carta. Libertad, 1

Bocablo Lounge

Desde los ventanales de Bocablo Lounge, situado en la planta baja del hotel Iberostar Las Letras, uno tiene la sensación de estar a pie de calle, pero con la comodidad de estar alejado del bullicio de la siempre transitada Gran Vía. Tan agradable es sentarse a tomar algo en la barra como disfrutar de su zona de butacas y mesitas bajas, con la ventaja de saber que su cocina permanece abierta durante todo el día, desde el desayuno, el tapeo y la comida, hasta el lounge cuando llega la noche. Gran Vía, 11

una persona parada en un bar

La Carmencita

La Carmencita. Es la segunda taberna más antigua de Madrid -abierta en 1854- y presume de haber sido lugar de recreo y esparcimiento de Lorca -vecino del inmueble- y de sus coetáneos de la Generación del 27 durante sus años de estudiantes. Desde 2013 está totalmente rehabilitada, aunque se han mantenido elementos originales como los azulejos policromados, las mesas de madera o la barra de estaño que nos recibe nada más cruzar el umbral. Y si la estética es castiza, la carta lo es más; eso sí, con una clara inspiración cántabra -rabas de calamar, anchoas de Santoña-, influencia de su actual propietario. Imperdonable irse de la ciudad sin tomarse unas cañas, o sin probar su brunch de los fines de semana. Libertad, 16.

Un restaurante con mesas y sillas

Museo Chicote

Museo Chicote. Historia viva del 'canalleo' de Madrid y un ejemplo más de que los clásicos -los de verdad- nunca mueren. Abierto ininterrumpidamente desde 1931, por las butacas de esta coctelería mítica han pasado desde Ava Gardner a Rita Hayworth, Frank Sinatra, Pedro Almodóvar… Hoy en día siguen siendo reclamo y punto de encuentro del 'moderneo' de la ciudad: sus más de 50 cócteles clásicos y tragos de autor se acompañan de una carta de picoteo más que apetecible -pollo thai con salsa de mostaza, tartar de lubina salvaje o hamburguesa de rabo de toro- y de otras muchas sorpresas a ritmo de sesiones de DJ. Para descubrirlas, el mejor día para pasarse es el domingo hasta la hora de cierre. Gran Vía, 12.

<h2>Mercado de San Miguel</h2>

<p><strong><a href="http://www.mercadodesanmiguel.es" target="_blank">Mercado de San Miguel</a> </strong>. Pionero en eso de transformar un <strong>mercado tradicional de barrio</strong> en un concepto <strong>m&aacute;s gourmet, </strong>el Mercado de San Miguel es uno de los imprescindibles de la ciudad. Conseguir sitio en sus barras es casi una misi&oacute;n imposible, pero hay que intentarlo, aunque solo sea por degustar sin prisas algunas de sus propuestas: <strong>vermut de grifo, ca&ntilde;as bien tiradas, ostras fresqu&iacute;simas, quesos y embutidos con DO, caviar, croquetas, sushi&hellip;</strong> Lo mejor es que su estilo <strong>ha marcado tendencia</strong> y ha abierto la veda al auge de los <strong>gastromercados</strong> en la capital. Y todos merecen una visita, desde <strong>San Ant&oacute;n en Chueca,</strong> al <strong>Mercado de San Ildefonso</strong> en Malasa&ntilde;a o, el m&aacute;s reciente, <strong>Yatay Market </strong>muy pr&oacute;ximo a la Puerta del Sol. Plaza de San Miguel, s/n</p>

<p>NOELIA SANTOS I 01/06/2017</p>

Mercado de San Miguel

Mercado de San Miguel. Pionero en eso de transformar un mercado tradicional de barrio en un concepto más gourmet, el Mercado de San Miguel es uno de los imprescindibles de la ciudad. Conseguir sitio en sus barras es casi una misión imposible, pero hay que intentarlo, aunque solo sea por degustar sin prisas algunas de sus propuestas: vermut de grifo, cañas bien tiradas, ostras fresquísimas, quesos y embutidos con DO, caviar, croquetas, sushi… Lo mejor es que su estilo ha marcado tendencia y ha abierto la veda al auge de los gastromercados en la capital. Y todos merecen una visita, desde San Antón en Chueca, al Mercado de San Ildefonso en Malasaña o, el más reciente, Yatay Market muy próximo a la Puerta del Sol. Plaza de San Miguel, s/n

<h2>La Primera</h2>

<p><strong><a href="http://www.restaurantelaprimera.com" target="_blank">La Primera</a> </strong>La primera planta del n&uacute;mero 1 de la Gran V&iacute;a -no tiene p&eacute;rdida- acoge este <strong>nuevo restaurante, </strong>uno de los &uacute;ltimos inquilinos en llegar al barrio, aunque ya est&aacute; en boca de todos. Su carta de <strong>inspiraci&oacute;n norte&ntilde;a</strong> -bu&ntilde;uelos de bacalao, croquetas de lac&oacute;n y huevo cocido-, tiene buena parte de la culpa. Aunque no nos equivocamos si decimos que sus vistas son las verdaderas responsables. <strong>Desde su imponente barra cuadrada se tienen magn&iacute;ficas panor&aacute;micas de la arteria principal de la ciudad,</strong> y eso no tiene comparaci&oacute;n. Gran V&iacute;a, 1.</p>

<p>NOELIA SANTOS I 01/06/2017</p>

La Primera

La Primera La primera planta del número 1 de la Gran Vía -no tiene pérdida- acoge este nuevo restaurante, uno de los últimos inquilinos en llegar al barrio, aunque ya está en boca de todos. Su carta de inspiración norteña -buñuelos de bacalao, croquetas de lacón y huevo cocido-, tiene buena parte de la culpa. Aunque no nos equivocamos si decimos que sus vistas son las verdaderas responsables. Desde su imponente barra cuadrada se tienen magníficas panorámicas de la arteria principal de la ciudad, y eso no tiene comparación. Gran Vía, 1.

<h2>Atlantik Corner</h2>

<p><strong><a href="http://atlantikcorner.com" target="_blank">Atlantik Corner</a></strong>. La oferta gastron&oacute;mica de la zona m&aacute;s literaria de la ciudad se est&aacute; renovando a pasos agigantados, acogiendo entre sus locales nuevas propuestas que ponen todo el &eacute;nfasis en los <strong>productos de excelente calidad.</strong> Y Atlantik Corner es un buen&iacute;simo ejemplo: cocina atl&aacute;ntica (o lo que es lo mismo, <strong>galaico-portuguesa)</strong> que centra todo el<strong> protagonismo en los pescados </strong>y carnes de primera (lubina marinada, carabinero asado, el cl&aacute;sico bacalhau &agrave; br&aacute;s o chuletitas de cordero lechal). Lo mejor es que no es necesario sentarse a la mesa para disfrutarlo; echa un vistazo a su <strong>zona de barra,</strong> m&aacute;s que c&oacute;moda para tapear y degustar buena parte de su carta en formato de<strong> medias raciones,</strong> que es lo que se lleva. Ventura de la Vega, 11-13.</p>

<p>NOELIA SANTOS I 01/06/2017</p>

Atlantik Corner

Atlantik Corner. La oferta gastronómica de la zona más literaria de la ciudad se está renovando a pasos agigantados, acogiendo entre sus locales nuevas propuestas que ponen todo el énfasis en los productos de excelente calidad. Y Atlantik Corner es un buenísimo ejemplo: cocina atlántica (o lo que es lo mismo, galaico-portuguesa) que centra todo el protagonismo en los pescados y carnes de primera (lubina marinada, carabinero asado, el clásico bacalhau à brás o chuletitas de cordero lechal). Lo mejor es que no es necesario sentarse a la mesa para disfrutarlo; echa un vistazo a su zona de barra, más que cómoda para tapear y degustar buena parte de su carta en formato de medias raciones, que es lo que se lleva. Ventura de la Vega, 11-13.

<h2>T&aacute;ndem</h2>

<p><strong><a href="http://www.eltriciclo.es/tandem" target="_blank">T&aacute;ndem</a></strong>. Conseguir sitio en su barra no es tan f&aacute;cil como montar en bici, pero merece la pena intentarlo. El hermano peque&ntilde;o de Triciclo -unos n&uacute;meros m&aacute;s arriba en la misma calle- se ha ganado a pulso su merecida fama, a base de<strong> una carta de temporada </strong>tan perfectamente engranada que consigue <strong>llevarte de viaje por todo el mundo</strong> sin despeinarte. Pero s&iacute; manch&aacute;ndote las manos, porque no olvidemos que <strong>aqu&iacute; se viene a disfrutar comiendo: </strong>de China, los baos al vapor; de M&eacute;xico, las quesadillas; de Per&uacute;, el ceviche; de Italia, la mortadela trufada; y de Espa&ntilde;a, los ib&eacute;ricos y el bocata de calamares. Santa Mar&iacute;a, 39</p>

<p>NOELIA SANTOS I 01/06/2017</p>

Tándem

Tándem. Conseguir sitio en su barra no es tan fácil como montar en bici, pero merece la pena intentarlo. El hermano pequeño de Triciclo -unos números más arriba en la misma calle- se ha ganado a pulso su merecida fama, a base de una carta de temporada tan perfectamente engranada que consigue llevarte de viaje por todo el mundo sin despeinarte. Pero sí manchándote las manos, porque no olvidemos que aquí se viene a disfrutar comiendo: de China, los baos al vapor; de México, las quesadillas; de Perú, el ceviche; de Italia, la mortadela trufada; y de España, los ibéricos y el bocata de calamares. Santa María, 39

<h2>Bistronomika</h2>

<p><strong><a href="http://www.bistronomika.es" target="_blank">Bistronomika</a></strong>. Si te gusta el mar y quieres probar cosas nuevas, entra en este peque&ntilde;o restaurante, otra de las novedades en el barrio de Las Letras, donde <strong>el pescado salvaje es el amo.</strong> Lo suyo son los <strong>ejemplares m&aacute;s desconocidos,</strong> como el sargo negro, el coruxo, el rubio, la maragota, el borriquete, la sama roqueta o el pargo rojo, cocinados con un leve toque fusi&oacute;n y pensados para darse todo un homenaje. Para algo m&aacute;s r&aacute;pido, alguna de sus <strong>propuestas para compartir y tapear en barra,</strong> como las croquetas de camar&oacute;n con berza y plancton, el pulpo a la brasa con crema de ajo negro y aj&iacute;, o el bao relleno de costilla. Para acompa&ntilde;ar, <strong>cerveza artesana y vinos de peque&ntilde;os productores gallegos y madrile&ntilde;os. </strong>&nbsp;Santa Mar&iacute;a, 39</p>

<p>NOELIA SANTOS I 01/06/2017</p>

Bistronomika

Bistronomika. Si te gusta el mar y quieres probar cosas nuevas, entra en este pequeño restaurante, otra de las novedades en el barrio de Las Letras, donde el pescado salvaje es el amo. Lo suyo son los ejemplares más desconocidos, como el sargo negro, el coruxo, el rubio, la maragota, el borriquete, la sama roqueta o el pargo rojo, cocinados con un leve toque fusión y pensados para darse todo un homenaje. Para algo más rápido, alguna de sus propuestas para compartir y tapear en barra, como las croquetas de camarón con berza y plancton, el pulpo a la brasa con crema de ajo negro y ají, o el bao relleno de costilla. Para acompañar, cerveza artesana y vinos de pequeños productores gallegos y madrileños. Santa María, 39

<h2>Lamian by Soy Kitchen</h2>

<p><strong><a href="http://lamianconcept.com" target="_blank">Lamian by Soy Kitchen</a></strong>. Lo que comenz&oacute; siendo un &lsquo;bareto&rsquo; chino con m&aacute;quinas tragaperras ha acabado convirti&eacute;ndose en uno de los <strong>referentes de la gastronom&iacute;a fusi&oacute;n </strong>asequible de la capital. Julio -que as&iacute; se llama en castellano su propietario- se ha hecho famoso en la plaza de los Mostenses por su &lsquo;<strong>Lamian&rsquo;, t&iacute;pico plato de fideos chinos con carne </strong>que &eacute;l se atrevi&oacute; a hacer con <strong>rabo de toro y solomillo de a&ntilde;ojo, </strong>y eso fue lo que dio fama a Soy Kitchen, nombre de su primer local. Otro de sus hit son los <strong>dim sum de nori y boquer&oacute;</strong><strong>n en vinagre</strong><strong> </strong>-caseros cien por cien, hace hasta la masa- o las berenjenas satay style, para tomar incluso en la barra. Por cierto, en el local ya no hay ni rastro de las tragaperras. Plaza de los Mostenses, 4</p>

<p>NOELIA SANTOS I 01/06/2017</p>

Lamian by Soy Kitchen

Lamian by Soy Kitchen. Lo que comenzó siendo un ‘bareto’ chino con máquinas tragaperras ha acabado convirtiéndose en uno de los referentes de la gastronomía fusión asequible de la capital. Julio -que así se llama en castellano su propietario- se ha hecho famoso en la plaza de los Mostenses por su ‘Lamian’, típico plato de fideos chinos con carne que él se atrevió a hacer con rabo de toro y solomillo de añojo, y eso fue lo que dio fama a Soy Kitchen, nombre de su primer local. Otro de sus hit son los dim sum de nori y boquerón en vinagre -caseros cien por cien, hace hasta la masa- o las berenjenas satay style, para tomar incluso en la barra. Por cierto, en el local ya no hay ni rastro de las tragaperras. Plaza de los Mostenses, 4