¿Buscas hoteles en Montenegro? Este destino mediterráneo con alma veneciana es un cofre del tesoro aparentemente pequeño, pero deslumbrante en su inmensidad natural y cultural: paisajes de mar y montaña que parecen sacados de un cuadro romántico, bahías que rivalizan con las de Italia y villas medievales donde el tiempo parece haberse detenido. Si no sabes por dónde empezar, aquí va una guía de viaje con 10 paradas inolvidables, que te dará algunas pistas sobre dónde ir y qué ver en Montenegro para conectar con su belleza única.

En el corazón de la Bahía de Kotor, uno de los fiordos más meridionales del mundo, se ubica una ciudad histórica con un casco antiguo que te teletransportará a la Edad Media. Allí, rodeado por unas imponentes murallas construidas en la época del Imperio Veneciano, se esconde un laberinto de calles empedradas, plazas diminutas y elegantes palacios, en cuyas fachadas se concentran el paso de los siglos y el salitre del Adriático. Cada rincón respira historia: desde la Catedral de San Trifón, una joya arquitectónica del siglo XII, hasta las casas nobles que aún conservan los escudos familiares en sus portones. 

¿El mejor plan para explorarlo? Pasear sin prisa, descubriendo cafés escondidos, pequeñas iglesias ortodoxas y balcones que conversan entre sí. Al caer la tarde, las campanas marcan el ritmo de una ciudad que mezcla tradición y vida moderna. Después de ascender hasta la fortaleza de San Juan, te encontrarás con la mejor recompensa: una panorámica de la bahía en todo su esplendor. Asómate al atardecer a su espejo de aguas turquesas, custodiado por montañas centenarias. Luego, podrás descansar en los mejores hoteles Todo Incluido en Montenegro.

A tan sólo treinta kilómetros de distancia de los hoteles en Herceg Novi más inspiradores, se sitúa Perast, un pueblecito con apenas una calle abierta al mar Adriático que te atrapará nada más llegar. Su pasado veneciano se refleja en cada palacio barroco y en cada campanario. Caminar por su paseo marítimo equivale a recorrer una postal viva: las fachadas ocres, las buganvillas trepando por las ventanas y el rumor de las olas, que parecen marcar el ritmo de una vida lenta, te acompañarán durante toda la visita.

Desde el puerto, las barcas invitan a navegar hacia dos joyas flotantes: la isla de San Jorge, cubierta de cipreses y misterio, y Nuestra Señora de las Rocas, levantada con paciencia por marineros que arrojaban piedras al mar. Al pisar su santuario, te envolverá un aura de siglos de fe y leyenda. El resto es puro misterio esperando a ser desvelado.

La tercera parada que te proponemos es Budva, el secreto mejor guardado de Montenegro. Entre sus playas doradas y sus noches vibrantes, experimentarás la cara más luminosa y festiva de este destino mientras disfrutas del equilibrio entre la tradición que envuelve su casco antiguo y la energía que la ciudad desborda al caer la tarde: restaurantes, bares y discotecas con un animado ambiente, que contrasta con la serenidad de sus días. Tanto si buscas el relax como si persigues el movimiento, aquí los encontrarás. 

Fuera de sus murallas, te esperan rincones costeros paradisíacos que brillan bajo el sol adriático. Mogren, Jaz o Slovenska te regalarán interminables jornadas de arena cálida y aguas cristalinas en las que querrás quedarte a vivir. Allí, en primera línea de Playa Slovenska, se sitúa Iberostar Waves Slavija, uno de esos hoteles en Montenegro que enamoran por su elegancia y atención a los detalles. Alójate en este resort de cinco estrellas con vistas al mar (localizado a menos de quince minutos de distancia del centro) para acceder a su magia.

un río entre montañas

Una parada más tranquila, ideal para ir con niños durante unas vacaciones en hoteles familiares en Montenegro (en este caso, te proponemos Iberostar Waves Herceg Novi, un resort diseñado para la comodidad y el disfrute de viajeros de todas las edades) es el Lago Skadar. En este paraje, que más bien parece un santuario, la energía del agua y la calma coexisten en armonía. Compartido entre Montenegro y Albania, es el mayor lago de los Balcanes y uno de los refugios de aves más importantes de Europa. Si te gustan los animales, aquí podrás observar pelícanos dálmatas, garzas y cormoranes de forma ética y mientras navegas en barcas que se deslizan sobre alfombras de nenúfares.

Más allá de su riqueza natural, alrededor del lago se ubican pueblos que “flotan” en sus orillas; entre ellos, Virpazar, con sus casitas de piedra y sus puentes envueltos en tranquilidad. El vino también forma parte del paisaje: las colinas que rodean el lago están cubiertas de viñedos centenarios, donde podrás degustar variedades locales acompañadas de los platos típicos de la gastronomía montenegrina.

Los hoteles 5 estrellas en Montenegro se convertirán en tu puerta de acceso a lugares tan especiales como Cetinje, una ciudad histórica que late con orgullo y acoge rincones exclusivos. No en vano, Montenegro fue el destino predilecto de Elizabeth Taylor y otras estrellas de cine que ansiaban paz y privacidad durante sus vacaciones. Esta pequeña villa, antigua capital del país, aún salvaguarda su pasado de nobleza y serenidad; un legado que se percibe en cada palacio, museo y monasterio. Al caminar por sus calles, donde casas coloniales y edificios emblemáticos conviven con pintorescos cafés frecuentados por los lugareños, notarás que su herencia te guía.

No te pierdas el Monasterio de Cetinje, donde se custodian importantes reliquias y la tradición religiosa de la Vieja Europa se mantiene viva; o el Palacio del Rey Nicolás, con sus muebles y sus obras de arte, que narran la vida de la monarquía montenegrina.

Las mejores playas de Montenegro te recordarán que te encuentras en un destino de costa excepcional, donde el espíritu mediterráneo y la esencia balcánica se funden. Ulcinj podría describirse como una combinación armónica de planes culturales y mar, que se expresa sin reservas ante la silueta del Adriático. Su casco antiguo, una postal amurallada que aúna influencias venecianas y otomanas, parece hecho para perderse entre calles estrechas y patios escondidos, donde el bullicio y los aromas de las especias te alcanzarán a cada paso.

Pero uno de los mayores atractivos de Ulcinj es su Gran Playa: más de 12 kilómetros de arena fina y dorada por los que podrás pasear, nadar o, simplemente, contemplar el baile de las olas mientras el sol acaricia tu piel. Los vientos suaves y constantes hacen de esta playa un destino ideal para la práctica del kitesurf y de otros deportes acuáticos que, sin duda, dinamizarán tu estancia en resorts en Montenegro.

          10. Parque Nacional Lovćen y el mausoleo de Njegoš: la mirada del águila

Subir al Parque Nacional Lovćen supone ascender hasta la mismísima cima de Montenegro, donde la naturaleza se alza en su forma más auténtica. En este espacio natural virgen, un sinfín de senderos atraviesan bosques de pinos y rocas escarpadas hasta llegar al mausoleo de Njegoš, siempre vigilante sobre la tierra. Aventúrate por ellos con rutas de senderismo y de cicloturismo. Desde arriba, la mirada se despliega sobre el Mediterráneo como un abanico: sierras, valles y la costa adriática a lo lejos, ofreciéndote una imagen que recuerda la libertad de un águila surcando el cielo para despedirte (aunque sólo por ahora) de esta experiencia inolvidable en los mejores hoteles en Montenegro.