Ocho platos Raw mexicanos imprescindibles

La gastronomía mexicana es famosa por sus especias picantes y su diversidad de productos. Muchos platos de este país, desde Yucatán hasta Tijuana, tienen raíces indígenas y se basan en ingredientes sanos que invitan a dar una vuelta de tuerca saludable a las recetas más clásica. Evitar las carnes fritas y las bombas de queso es posible gracia a la cocina Raw o de ingredientes crudos sin renunciar a los inconfundibles matices mexicanos. Recetas y platos fáciles de hacer para los que siempre conviene utilizar los ingredientes más frescos del mercado y, o bien disfrutar de una comida sana por puro placer o bien sorprender a tus invitados con estos deliciosos y sencillos ejemplos.

SHAWN MOKSVOLD 

1. Guacamole

De origen azteca, el guacamole es toda una institución en México. En su universalidad y su sencillez radica su esencia y su éxito. Por supuesto, el ingrediente principal es el aguacate, uno de los alimentos con más aporte nutricional que nos da la tierra. Luego todo consiste en aplastar bien su carne, añadir la cantidad exacta de comino, ajo y lima y disfrutar. Por cierto, etimológicamente hablando, guacamole viene de la palabra azteca Nahuatl, que combina los términos aguacate y salsa.

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2. Salsa de mango picante

Este plato destaca por sublimar la mezcla entre dulce y picante. El mango ha sido siempre un imprescindible en las mesas mexicanas desde hace siglos, pero ahora está en la cresta de la ola de popularidad a nivel mundial. Para preparar esta especie de fruta con salsa picante solo hay que ajustar la cantidad de pimienta, añadir jugo de lima y dorar las cebollas rojas para encontrar el equilibrio justo con la dulzura del mango.

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3. Taco con nueces

Sin duda alguna, el alma de un taco mexicano es la carne, pero no siempre hay que sacrificar una comida saludable por rendirse a su sabor. Una nuez puede sustituir este capricho carnívoro además de aportar al cuerpo antioxidantes, Omega3 y vitamina E muy beneficiosos para el cerebro y la salud de la piel. Tal y como sucede con otras recetas de platos crudos, el secreto está en el aderezo y en la mezcla de los ingredientes para alcanzar el sabor deseado.

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4. Ensalada de Kale, aguacate y chili

Las ensaladas son siempre un recurso sabroso para comer comida cruda sin necesidad de que sea el acompañamiento de ningún otro plato. En este caso, la variedad de sabores de México permite crear maravillas como esta receta en la que el toque del chile mezcla con la frondosidad de la col Kale y la base de aguacate. Y para darle más color y variedad, añade un poquito de cayena, almendras y pepinos con el fin de que el viaje de sabores a México sea total.

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5.  Ceviche Mexicano

Sí, el ceviche es cocina cruda, por mucho que la gran mayoría se olvide de ello. Los ácidos cítricos de la lima y de la piña le dan sabor al pescado y, en algunos casos, hace que parezca que está cocinado, de ahí que mucha gente no caiga en esta realidad impepinable sobre su preparación. El truco está en marinar los ingredientes dependiendo del tipo de marisco o pescado que uses. Y, por supuesto, añadir chile verde y cilantro para hacer que esta receta tan popular en toda Latinoamérica sea totalmente mexicana.

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6. Tortillas de maíz crudo

Todo amante de la cocina mexicana sabe que las tortillas de maíz son el ABC de su cocina. Para prepararlas solo se necesita un procesador de comida. Antes de deshidratar el maíz, conviene añadirle tomate seco y pimentón para darle más sabor a esta sana y alternativa receta de comida cruda.

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7. Sopa de tortilla cruda

Solo se necesitan todos los ingredientes de la clásica sopa de tortilla además de cilantro fresco y pimientos y un poquito de sal. El sabor fuerte y característico del apio, el ajo y el chile en polvo lo convierten en una alternativa cruda digna a la sopa de tortilla mexicana de toda la vida. Para impresionar incluso a los más tradicionales, se puede adornar este plato con aguacate en rodajas y, por su puesto, con tortillas de maíz.

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8. Fajitas vegetarianas

La clave para hacer este plato crudo es el marinado. Deja que los coloridos pimientos poblanos, las cebollas y el ajo se remojen en vinagre de manzana, tamari o salsa de soja y aceite de oliva durante un máximo de entre 4 y 5 horas. Después de este ejercicio de paciencia, el resultado merecerá la pena. Y para hacerlas 100% saludables, usa hojas de lechuga en lugar de las (a veces grasientas) tortillas de maíz fritas.

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